El director general del Sistema Penitenciario Gabriel Pinzón, participó en la presentación, por parte la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), de la nueva página web del Observatorio de VIH, Cárceles, Droga, Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes.
Este sitio en internet pone a disposición del público información sobre iniciativas regionales, cursos virtuales, mapeo de legislación y campañas de sensibilización.
El Representante Regional para Centroamérica y el Caribe Amado Philip De Andrés, indicó que la UNODC se une, como todos los años, a la campaña mundial en el DÍA MUNDIAL DEL SIDA, bajo el tema. “La Respuesta Rápida para acabar con el sida entre las personas que usan drogas y las personas privadas de libertad”.
Por su parte, Gabriel Pinzón, director general del Sistema Penitenciario, precisó que hay más de 16 mil reos en las cárceles del país, de los cuales se ha confirmado que 196 son portadores del virus. De ese total, 180 son hombres y 16 son mujeres.
Según Pinzón, es complicado conocer la cifra exacta de privados de libertad en esa situación, ya que las pruebas son voluntarias y agregó que seguirán trabajando en la concienciación y en la sensibilización para que los privados de libertad sin temor alguno se hagan la prueba a tiempo.
En tanto, César Núñez, director para América Latina del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, subrayó que el Observatorio permite dar seguimiento al trabajo con los privados de libertad, consumidores de drogas y migrantes.
Para Núñez, hay que vender la idea de que la prueba previene el VIH para que las personas se la realicen. “Trabajamos de forma coordinada, pero necesitamos reforzar aspectos como la educación a esta población sobre el virus, ofrecer preservativos y garantizar los medicamentos.
Este es un país con recursos económicos y personal de salud, pero hay que identificar dónde está la falla”, concluyó.
El director del Programa de ITS/VIH/sida del Minsa, Aurelio Núñez, indicó que en 2016 realizarán un estudio de prevalencia en las cárceles, con el fin de conocer la población que padece el virus, ya que el último data de 2007. “Identificarse como una personas con VIH en una cárcel crea discriminación y tratamos de manejarlo con discreción. Hay un serio problema para llegar a ellos”, aportó. Sin embargo, manifestó que existe “voluntad” para mejorar esta situación.