Chiriquí, 25 de septiembre de 2025. – Cada día, un grupo de privados de libertad del Centro Penitenciario de Chiriquí participa en el programa de huertos, dedicándose a la siembra y cuidado de diversas frutas, tubérculos y hortalizas como parte de su proceso de resocialización.
Al inicio del proyecto agrícola hubo cierto escepticismo, reconoció el director del penal, Noel Valdés. Sin embargo, con el paso del tiempo los resultados han transformado la actitud y el ánimo de los participantes, quienes hoy trabajan con determinación y esperanza para alcanzar sus metas: sembrar, cuidar y finalmente cosechar sus propios productos.
Actualmente, los huertos producen cultivos de lechuga, zucchini, pimentón, papaya, haba, frijol de palo (guandú), papa, cebolla y cebollina, entre otros. “Se les brinda a los privados de libertad el conocimiento necesario para cultivar la tierra, una herramienta que no solo les enseña un oficio, sino que también refuerza su disciplina y les da propósito en su proceso de reinserción social”, destacó Valdés.
La experiencia agrícola representa un cambio profundo en la vida de los reclusos, pues les permite valorar el esfuerzo del trabajo desde cero, desde la limpieza del terreno y la preparación de semilleros, hasta el cuidado diario de los cultivos y la satisfacción de ver la cosecha final. Para muchos de ellos, cada fruto recogido simboliza también la esperanza de un nuevo comienzo en libertad.