El CICR constató el enorme potencial que existe en América Latina para dar respuestas creativas y de calidad a los retos que existen en los sistemas penitenciarios, y señaló que una cooperación más estrecha podría permitir crear sinergias y economías de escala que faciliten un uso más eficiente de los presupuestos existentes para infraestructura penitenciaria.

Los participantes sostuvieron que las respuestas a problemáticas como la del hacinamiento y la falta de acceso a servicios básicos deben basarse en estándares nacionales e internacionales, y coincidieron en que es necesario cambiar de concepto ante las prisiones y verlas más como centros que prestan un servicio fundamental a la sociedad para resocializar a quienes están en ellas, que como simples espacios con la función de acoger a personas privadas de libertad.

“Con este taller la región ha ganado buenas prácticas compartidas, estándares construidos en conjunto por los participantes y, sobre todo, más claridad con respecto a los criterios que deben ser tomados en cuenta para priorizar aquello en lo que debemos trabajar para avanzar hacia sistemas penitenciarios más humanos, que respeten los derechos humanos y cumplan con su objetivo de lograr la reinserción social”, dijo la viceministra María Luisa Romero al final del taller.

Organizado por el Ministerio de Gobierno de Panamá y por el CICR del 31 de mayo al 2 de junio, en el encuentro participaron expertos de Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras Paraguay, Perú, Panamá y Venezuela.