La participación de personas privadas de libertad en programas educativos, laborales, especializados y educación no formal aumentó a 10 mil 362 este año, en comparación con el 2020 cuando la cifra fue de 6 mil 327 intervenciones, informó Cinthia Novoa, directora General del Sistema Penitenciario.
Novoa detalló que los datos estadísticos del Departamento de Tratamiento y Rehabilitación indican que en la parte educativa, que se desarrolla en conjunto con el Ministerio de Educación, la cifra proyectó un incremento del 87%, al registrarse 5 mil 343 personas privadas de libertad en estudio de primaria, premedia y media, mientras que en el 2020 participaron 2 mil 856 y en estudios superiores subió de 130 a 174.
En laboral (actividades desde mantenimiento, limpieza, bibliotecario) de 2 mil 551 se incrementó a 3 mil 468; cursos especializados el aumento fue del 500%, al registrarse 683 participaciones y en la educación no formal con fundaciones, 65 privados de libertad fueron intervenidos.
“El impacto es significativo, al lograr intervenir en educación al 28% de la población total de los centros penitenciarios, el 18% tiene una plaza de trabajo, lo cual los ayuda a conmutar pena y a la vez se les brinda las herramientas necesarias para una reinserción social productiva”, destacó la jefa del Sistema Penitenciario.