Panamá, 19 de julio de 2018. – ¡Excelente! sería la palabra acertada para describir el debut del grupo de Danza Folclórica del Centro Penitenciario de La Chorrera, conformado por 16 personas privadas de libertad.

La presentación del conjunto se dio con relación a la conmemoración de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Las Reglas Nelson Mandela), ante la presencia de la Secretaria General del Sistema Penitenciario Katherine Ulloa, Isaac Molina, Director del penal, autoridades de la Gobernación y la Alcaldía de Panamá Oeste, representantes regionales del Ministerio de Educación, Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional, Instituto de Investigaciones de la Universidad de Panamá (UP), familiares, personas privadas de libertad, entre otros.

La agrupación nace del Círculo de Lectura que inició a finales de 2016, con el respaldo del Instituto Nacional de Cultura (INAC) y en su tercera etapa, las personas privadas de libertad impulsan la idea para crear el conjunto de danza como muestra que un cambio de conducta es posible.

En esta fase entra el folclorista chorrerano, Anel Núnez, quien les enseña a danzar a las 16 personas privadas de libertad que nunca habían estado en un conjunto cultural. La tarea fue ardua, describe Núñez, pero el fruto del trabajo lo «enorgullece» por ser tomado en cuenta para que la tradición y segundas oportunidades continúen.

Sobre el acto, el mismo se realizó en el patio del centro penitenciario, donde la agrupación bailó lo autóctono de la región: «La Danza del Gran Diablo de La Chorrera».

«Es muy importante para nosotros sumar esfuerzos de distintos actores como el INAC y poder impactar a la población penitenciaria, darles los insumos y las herramientas que estén prestos para reinsertarse a la sociedad, por lo cual la intención es expandir estos programas a otros centros penitenciarios», señaló Katherine Ulloa, Secretaria General del Sistema Penitenciario.

Añadió que la actividad se da el día en que se recuerda las Reglas Nelson Mandela, normas mínimas de tratamiento para las personas privadas de libertad, estándares a los que la Dirección General del Sistema Penitenciario quiere llegar, con el fin de darles espacios dignos a los reclusos mientras estén en privación de libertad.

Teodoro Castillo, quien es privado de libertad, hizo el papel del alma en la danza, expresó que fue «buena la presentación y siendo la primera vez con personas que nunca lo había hecho, es un éxito y enviamos un mensaje a la sociedad que crean en nosotros y que la resocialización es posible».

La señora  Flor Tagles, expuso su felicidad al ver a su esposo danzando y manifestó que ellos quieren oportunidades. «Son seres humanos y con estos programas pueden aspirar a más cosas», recalcó.

 

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