Coclé, 2 de agosto de 2024. – “Aquí me ocupo para despejar mi mente y a la vez recibo capacitaciones que son de gran ayuda, porque me enseñan cosas nuevas”, nos comenta la privada de libertad, Yesika Santoya, una mujer de 37 años, tranquila, colaboradora y perseverante, con tres hijos, oriunda de Antón, que por errores de la vida, se encuentra recluida en el Centro Penitenciario de Llano Marín, en la provincia de Coclé.
La reclusa, emocionada y satisfecha, con orgullo dice que cursa el 11° grado en Bachiller en Turismo, dictado en el centro, por el Ministerio de Educación (Meduca), además ha participado en varios cursos del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh) como: técnicas de cocina básica, repostería básica, desarrollo profesional y decoración de eventos. Señala “es uno de los que más me gusta, porque he aprendido la técnica de la cerámica fría, a decorar botellas, tasas, hacer piñatas, decorar con globos y otros artículos, que nos servirán para nuestra reintegración a la sociedad y a la vez, me sirve para conmutar penas y así ayudo a mi familia con estos productos”.
El Ministerio de Gobierno (Mingob), a través de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), tiene como objetivo principal capacitar a las privadas de libertad con herramientas que les facilite el emprendimiento laboral, una vez se reincorporen a la sociedad, porque es prioridad para esta administración, mantener ocupadas a las personas privadas de libertad en los programas de resocialización.
Yamily Tejedor, directora del centro, detalla que en la actualidad mantiene una población de 125 mujeres privadas de libertad y 13 varones privados, estos últimos se alojan en la Casa Granja, además, la instalación posee características únicas en cuanto a los centros penales del resto del país por mantener sistema abierto y cerrado. Agrega “la población permanece continuamente capacitándose a través de los programas de resocialización tales como: el vivero Sembrando Paz, programas educativos, agrícolas, capacitación, programas de cultivo, también la siembra de tilapias y la cría de aves de corral.
En tanto, la ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, reconoce que uno de los principales desafíos del Sistema Penitenciario panameño es la resocialización efectiva de los reclusos. Manifiesta su compromiso de mejorar el sistema, destacando la necesidad de un cambio de enfoque y la implementación de políticas efectivas para lograr proyectos de resocialización dignos y que puedan en un futuro, contribuir a la sociedad.