El día de hoy celebramos un hecho histórico para el Sistema Penitenciario panameño. Con la sanción de la Ley de Carrera Penitenciaria por el Excelentísimo señor Presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez, el Estado panameño cumple con una deuda de más de 13 años: el desarrollo de una carrera para el personal penitenciario, una carrera que ya había sido establecida en la legislación penitenciaria del 2003 pero que no es hasta ahora que se desarrolla. Pero la deuda que hoy saldamos es más que una deuda legislativa, es una deuda con las 17,784 personas privadas de libertad en nuestro país-entre adolescentes y adultos-, con los 1431 funcionarios penitenciarios y con una sociedad que reclama más seguridad y que se merece vivir en un Estado capaz de rehabilitar a las personas que delinquen. 

Con la entrada en vigencia de esta Ley, a un año de su promulgación, el sistema penitenciario y el Instituto de Estudios Interdisciplinarios, entidad responsable de la custodia y protección de adolescentes en conflicto con la ley, contarán con un cuerpo de funcionarios debidamente jerarquizado y disciplinado, con un sistema de reclutamiento y selección a través de concursos, de méritos y evaluación para los ascensos, clasificación de cargos, cursos de formación y especialización de excelencia, así como de derechos y obligaciones bien definidos, orientados todos al mejoramiento del desempeño profesional y ético y a la estabilidad de estos servidores públicos, dando así cumplimiento a los instrumentos internacionales aplicables en la materia, entre ellos las Reglas Nelson Mandela.

La importancia de la Ley de Carrera Penitenciaria

Con esta carrera penitenciaria el Gobierno Nacional da un paso más en el desarrollo de una política de prevención de la violencia, que tiene como uno de sus pilares la creación de condiciones adecuadas para la rehabilitación y la creación de segundas oportunidades.

La Ley de Carrera Penitenciaria es un componente clave de la reforma penitenciaria que estamos llevando adelante, a través de la cual esperamos lograr la transformación más profunda del sistema penitenciario panameño, hacia un sistema más humano, seguro y capaz de rehabilitar.

En primer lugar, la Carrera Penitenciaria fortalecerá la institucionalidad del sistema penitenciario, en la medida en que asegurará la permanencia de los funcionarios más capaces, lo que a su vez contribuirá a garantizar la continuidad de las políticas públicas en materia penitenciaria.

En segundo lugar, la Carrera Penitenciaria contribuirá a disminuir los niveles de corrupción, uno de los principales problemas del sistema penitenciario. Si bien, ya hemos comenzado la adopción de medidas enérgicas en este sentido, la Ley de Carrera Penitenciaria establecerá un régimen Disciplinario adecuado a la realidad del sistema penitenciario que permitirá la constante depuración del personal.

En tercer lugar, la Carrera Penitenciaria contribuirá a mejorar el proceso de rehabilitación de las personas en conflicto con la ley, pues esta misión estará en manos de personal idóneo que cuente con la formación necesaria para ello.

Y es que el aporte que puede hacer la privación de libertad a la rehabilitación y en consecuencia a la reducción del delito está directamente relacionado con el trato que reciban las personas privadas de libertad. Los funcionarios penitenciarios y en particular los custodios, que están en contacto constante con las personas privadas de libertad, no tienen como única tarea resguardar la seguridad en las prisiones sino que deben ejercer una labor educativa y reformatoria. Para ello se requiere mayor talento personal y una instrucción adecuada.

Solo de esta manera garantizaremos que la privación de libertad les brinde a las personas en conflicto con la ley las herramientas para que una vez se reincorporen a la sociedad puedan contribuir con sus familias y con el desarrollo del país.

En consecuencia, la carrera penitenciaria contribuirá a que nuestro Panamá cuente con un sistema penitenciario más humano, seguro y capaz de rehabilitar. Así, disminuiremos los niveles de reincidencia y aportaremos a mejorar las condiciones de seguridad de nuestro país.

En lo que respecta al Instituto de Estudios Interdisciplinarios, la Ley de Carrera Penitenciaria exige la especialización del personal para el tratamiento con personas menores de edad, un requisito exigido por lo tratados internacionales de derechos humanos y de derechos de la niñez de los que Panamá es parte. Ello debido a que el abordaje para el tratamiento de los adolescentes en conflicto con la Ley debe tener en cuenta el principio de protección integral que debe guiar toda actuación estatal en relación a personas menores de edad, es decir, debe tender a generar todas las condiciones necesarias para que puedan alcanzar su pleno desarrollo.

La implementación de la Ley de Carrera Penitenciaria irá además acompañada por el fortalecimiento de la Academia de Formación Penitenciaria, que será la responsable de la formación continua de los funcionarios del Sistema Penitenciario y del Instituto de Estudios Interdisciplinarios. Para ello, en los próximos meses estaremos inaugurando la nueva sede de la academia en el Barreno del Roble de la ciudad de Aguadulce, la cual cuenta con las condiciones adecuadas para las actividades que debe llevar a cabo y nos encontramos en proceso de revisión de la malla curricular, para lo cual contamos con la asesoría de distintos organismos internacionales y de países aliados como Chile, Inglaterra, Estados Unidos, así como de la Unión Europea.

Agradecimientos

No puedo concluir estas palabras sin antes agradecer, en nombre del Ministerio de Gobierno, los distintos aportes al proceso de elaboración y discusión de la Ley de Carrera Penitenciaria y a nuestra reforma en general.

En primer lugar, agradecemos a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que gracias al apoyo financiero de la Unión Europea por un lado y del Gobierno de los Estados Unidos, por el otro ha sido nuestro socio estratégico en la reforma penitenciaria y ha apoyado tanto la elaboración del proyecto de Ley de Carrera Penitenciaria como el fortalecimiento de la Academia de Formación Penitenciaria.

También agradecemos los aportes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), de los miembros del Consejo de Política Penitenciaria— organismo asesor del Ministerio del Gobierno en materia penitenciaria— de la Dirección de Carrera Administrativa, y de los distintos diputados y diputadas que participaron en la discusión y perfeccionamiento de este instrumento legal.

Asimismo, agradecemos al equipo del Ministerio de Gobierno que por espacio de dos años trabajó en la elaboración del proyecto de ley.

Queremos también agradecer al Excelentísimo Señor Presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez, por todo el apoyo prestado en el proceso de reforma penitenciaria que estamos adelantando. Sr.Presidente, este gran logro no hubiese sido imposible sin su genuino compromiso con la prevención y rehabilitación y, sobretodo, con el fortalecimiento de nuestras instituciones civiles y democráticas. Es sólo cuando existe un compromiso al más alto nivel del Estado que es posible la generación de cambios sostenibles que trasciendan las distintas administraciones.

Finalmente agradecemos a todos esos funcionarios que han consagrado su trabajo a brindarles a las personas, adultas y menores de edad, que han infringido la ley penal, las habilidades necesarias para que puedan contar con una segunda oportunidad.

A quienes hoy los representan aquí les aseguramos que seguiremos trabajando para la adecuada implementación de la ley de carrera penitenciaria de manera que esta cumpla con sus objetivos y a través de ella se reconozca a todos aquellos funcionarios y funcionarias que demuestren una verdadera vocación para servir al país, a través del servicio penitenciario.

Conclusión 

No puedo dejar de reiterar las palabras de un diputado durante la discusión de tercer debate de este proyecto de ley, cuando dijo “se está haciendo patria con esta ley”. Y es que toca recordar las palabras de Nelson Mandela, que dijo: 

“Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada.”

Con esta ley contribuimos a la construcción de un Panamá más seguro, más justo y con más posibilidades para todos nuestros ciudadanos, un Panamá donde el ser libre no sea impedimento para convivir en paz.