Panamá, 12 de enero de 2025. – Sentados en la parada de autobuses, frente a la Escuela de Burunga, distrito de Arraiján, se encontraban los ciudadanos Jacinto Flores y Rafael De Sedas. El reloj marcaba las 11:30 de la mañana, con un radiante sol de verano, que alumbró con fuerza; ellos esperaban el transporte hacia la ciudad capital.
En la peculiar conversación entre vecinos, el tema fue el trabajo de los privados de libertad en la escuela. Los observaron detenidamente por minutos, viendo con buenos ojos la dedicación de los reclusos del Centro de Rehabilitación El Renacer, quienes pese al sofocante calor, pintaban con ánimo la parte frontal del plantel educativo.
“Le damos gracias a Dios por el Gobierno que tenemos que ha tomado la iniciativa, por aprovechar la fuerza de todas estas personas que están privadas de libertad», puntualizó Flores. Agregó: «es de gran ayuda para el país y es bueno el aporte hacia la comunidad”, destacando la importancia la iniciativa de los ministerios de Gobierno y Educación para la resocializar a la población privada de libertad, oportunidad que deben aprovechar los privados.
De Sedas respondió de inmediato, que con esta labor de los privados de libertad el Estado “se ahorra una plata, miles de dólares”. Prosiguió: “Esta bien que salgan de allá un rato, porque eso los trauma también”, añadiendo que estas labores con privados de libertad se hacían antes y es positivo que la retomó esta administración.
Propusieron que se considere otros trabajos comunitarios como eliminar la paja canalera, limpieza de cunetas, parques, entre otros.
Paralelo al punto de vista comunitario, el privado de libertad Víctor del Cid, al percatarse de la aceptación comunitaria, expresó a la población panameña: “confíen en nosotros, queremos ser diferentes”.
Al mismo tiempo, entraban y salían acudientes con dirección al Club de Padres de Familia. Antes de recibir su comprobante de pago para el uniforme escolar, se detenían a observar los trabajos, con satisfacción, pues sus acudidos tendrán un recinto óptimo para el inicio de clases escolares en marzo.
Esta historia se repite en diversos centros educativos del país, un esfuerzo interinstitucional Mingob-Meduca que busca embellecer los colegios y a la vez resocializar a la población en reclusión, quienes aportan con su mano de obra los conocimientos adquiridos en los cursos impartidos por el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh).
Todos podemos contribuir para tener un mejor Panamá.