Panamá, 8 de noviembre de 2017. – El fervor patriótico es libre, trasciende frontera y sobrepasa cualquier adversidad. Esto lo demuestran 138 personas privadas de libertad de los centros penitenciarios La Joya y La Joyita que conforman la Banda Independiente Segunda Oportunidad (BISO), proyecto que tiene dos objetivos claros: resocializar y rendir honor a la Patria.
La idea de crear un grupo de cornetas y tambores en estos centros penitenciarios nace en 2015 con el Mayor de la Policía Nacional Julio César Wong. La Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) apoya la iniciativa y en conjunto con los familiares de los privados de libertad se unieron fuerzas para que cada centro sacara su banda independiente, empeño que rindió frutos con el primer desfile dentro de un centro penitenciario y una competencia saliendo por la puerta ancha La Joyita.
El proyecto tomó cuerpo, ya para el 2016 se toma una épica decisión de unir ambos grupos, empuje que arrojó resultados sorprendentes en la camaradería entre las personas privadas de libertad, porque se tumbaron esas barreras delincuenciales fuera de los muros penitenciarios, para demostrar que la rehabilitación si es posible por un mejor Panamá.
Ya en 2017 el auge creció más allá de las expectativas, pues BISO no solo se prepara para rendir honor a la Patria en noviembre, también se toma en cuenta en actividades internas en La Joya y Joyita como graduaciones, visitas especiales, entre otras.
Instrumento de resocialización
Aracelys Castillo, psicóloga y coordinadora de los programas culturales de La Joya, señaló que la música funciona como terapia y las personas privadas de libertad no son la excepción, pues los ayuda a dominar el desequilibrio que los llevó a cometer un error, pero ahora al tocar un instrumento puedan recuperarse y tener control de sus emociones.
Mientras que para el privado de libertad de La Joya, Agustín García, señaló que “desde el primer momento que inició la banda, se tuvo claro hacer del proyecto una opción de cambio de vida, porque mientras el muchacho toca un tambor, una o dos horas, se olvida que está encerrado, es más el loor a la Patria no está detenido, es libre”.
Para otro privado de libertad, Melanio Ovalle, BISO es una oportunidad de “convivir como hermanos”, situación que antes no se daba en ambos penales, pero ahora con la banda se pueden relacionar con personas que antes no conocían.
“Esta banda nos ofrece esta ayuda de relacionarnos con diferentes tipos de caracteres y poder sobrellevarnos y saber que así como nosotros cometimos un error, los otros también hicieron lo mismo y merecen una segunda oportunidad”, expresó Ovalle.
Alexander Rivera, también privado de libertad y director de BISO, detalló que cometió un error, pero ha tratado a través de la banda dejar un legado utilizando los 20 años de experiencias que tiene en bandas independientes cuando estaba fuera de los muros penitenciarios. “Esto es bueno, esto tiene su premio para incentivar a otros que se motiven a que dejen la violencia, las armas por tocar un instrumento», acotó Rivera.
Por primera vez Dianas
El sonido de clarín, las cajas, tenores y bombos, despertaron el 3 de noviembre a las personas privadas de libertad de La Joya con las famosas dianas, preámbulo a la celebración de los 114 años de Separación de Panamá de Colombia.
“Es la primera vez que se entonan unas dianas en un centro penitenciario. Llevamos tres años, quisiéramos extender cada vez más este legado”, manifestó con júbilo Luis Mendoza, director de La Joya.
Y es que BISO como agrupación quiere escalar mucho más, para lograrlo entonarán dianas a las 6 de la mañana del 10 de Noviembre en celebración del Grito de Independencia de 1821, adicional el 18 del mes en curso, realizarán la tercera competencia entre ambos centros penitenciarios.
La Joyita ha sido el monarca en los primeros dos años.
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