Coclé, 15 de octubre de 2024. – Tras 70 días de ardua faena, la Casa Granja del Centro Penitenciario Llano Marín celebró una cosecha significativa: 1,700 mazorcas de maíz, fruto del esfuerzo colectivo de las personas privadas de libertad. Este logro representa el resultado de un trabajo físico, un paso hacia el frente para la resocialización y reintegración social.

La directora del centro, Eyra Palm, indicó que con el programa de resocialización agrícola se busca enseñar a la población penitenciaria todo lo relacionado con la agricultura: desde la preparación del terreno hasta la siembra y el cuidado de las parcelas. «Este proceso les brinda habilidades prácticas y también les muestra que el trabajo tiene recompensa», afirmó Palm.

Cada mazorca cosechada simboliza el esfuerzo y la dedicación de personas que, a través del aprendizaje, están buscando un camino de redención.