El programa de resocialización Sembrando Paz expande sus fronteras en beneficio de la reforestación de Panamá y de la resocialización de las personas privadas de libertad, quienes aprenden técnicas de germinación de semillas en viveros y además contribuyen  a la conservación del medio ambiente.

Dicho programa que inició en el centro penitenciario La Joyita, ahora se efectúa en el centro penitenciario de Aguadulce, lugar donde se entregaron tres remesas de árboles a la Regional de MiAmbiente en la provincia de Coclé, que equivalen a 1022 plantones maderables, frutales y ornamentales, nativos del país.

Antoine González, director del penal, manifestó que para los privados de libertad que trabajan en el vivero, el proyecto representa mucha satisfacción por lo novedoso que ha sido desarrollarlo en este centro y por lo importante que es para la sociedad, ya que ellos desde este lugar ayudarán al medio ambiente.

Agregó que MiAmbiente apoya el programa Sembrando Paz en asesoría e implementos como saran (mallas para proteger las semillas), cartuchos negros, palet para la organización de dicho vivero, además de semillas y tierra que ha permitido hacer los semilleros de donde salen frutas como naranja, papaya, melocotón y maderables como el guayacán  níspero, entre otros.

Otros centros penitenciarios donde se lleva a cabo Sembrando Paz son: Deborah (Bocas del Toro), Los Algarrobos, Chiriquí, Penonomé y Santiago.